Victoria para el campeón del mundo, Jonas Van de Steene: “Lanzarote es un paraíso para entrenar y vivir, debido a la accesibilidad y calidad de vida
En la cálida y vibrante atmósfera del sur de Lanzarote, Playa Blanca se convirtió en el epicentro de una exhibición de velocidad y destreza deportiva, donde el espíritu de superación y la pasión por el deporte adaptado se manifestaron en su máxima expresión. El escenario: la decimocuarta edición de la “Vuelta a Playa Blanca Handbike”, un evento único en Canarias que reúne a más de cincuenta hombres y mujeres, handbikers, dispuestos a desafiar sus límites y conquistar nuevas metas.
La Avenida Papagayo se convirtió en un escenario de emocionante acción, con los handbikers deslizándose «a toda pastilla» a velocidades de hasta 55 kilómetros por hora, mientras el público seguía con entusiasmo cada movimiento desde las aceras. Pero la verdadera prueba de fuerza y determinación llegaba con la cuesta de la calle Jaime Quesada, donde los participantes se enfrentaban a una empinada subida, tirando de la bicicleta a puro brazo después de sortear la desafiante «curva del susto». Entre la multitud, destacaba la figura de Jonas Van de Steene, un deportista belga y campeón del mundo de paraciclismo, residente en Playa Blanca, quien brilló con destreza y determinación en este emocionante evento.
La “Vuelta a Playa Blanca Handbike” se desarrolló en dos jornadas distintas, cada una con su propio desafío técnico. El viernes, los participantes se enfrentaron a una contrarreloj individual de 7,5 kilómetros, mientras que el sábado, la acción se trasladó a un circuito cerrado de 2,2 kilómetros en el corazón de Playa Blanca. Allí, los handbikers se esforzaron al máximo durante 55 minutos, buscando completar el mayor número de vueltas y deleitando a los espectadores que animaban desde ambos lados de la calzada.
La carrera no solo fue una competición individual, sino también un triunfo colectivo que celebró la determinación y el coraje de todos los participantes. Con deportistas provenientes de diez nacionalidades diferentes, incluyendo una nutrida representación de países europeos como Dinamarca, Alemania y Francia, la diversidad y la camaradería fueron los pilares de este evento.
Para Jonas Van de Steene, el ganador indiscutible, la carrera fue “súper dura por el viento y la calidad de los hadbikers que vemos que cada año vienen más a Playa Blanca”. El belga de corazón canario destaca a Playa Blanca como “un paraíso para entrenar y vivir, por la accesibilidad y calidad de vida, y porque aquí, por el clima, sufrimos mucho menos las personas que estamos en silla de ruedas”.
El éxito de la “Vuelta a Playa Blanca Handbike” es un testimonio del compromiso y la colaboración de todas las partes involucradas, desde los organizadores hasta los voluntarios y los espectadores. Este evento no solo es una celebración del deporte adaptado, sino también un homenaje al espíritu de comunidad y solidaridad que define a Playa Blanca y a toda la isla de Lanzarote.