
Hay deportes que se sienten. Y luego está el triatlón. El triatlón se vive. Desde el primer metro de natación hasta la última zancada de carrera, este deporte pone a prueba no solo tu cuerpo, sino tu mente, tu disciplina y tu capacidad de superarte.
En Lanzarote, el triatlón tiene un lugar especial. Aquí, entre volcanes, viento y océano, cada triatlón se convierte en una aventura épica. La Isla no solo te ofrece condiciones únicas para competir, sino que respira este deporte. Lo acompaña. Lo honra. Y, sobre todo, lo celebra.
Porque en Lanzarote, el triatlón no es solo competición: es comunidad, emoción y orgullo personal.
Un viaje en tres actos
Una de las cosas más mágicas del triatlón es que no necesitas ser profesional para sentirte triatleta. Puedes empezar por un supersprint, pasar al sprint, atreverte con el olímpico, prepararte para un medio Ironman, y algún día… lanzarte a por el Ironman completo.
Cada modalidad, cada distancia, es una historia distinta. Algunas personas empiezan con el miedo al mar, otras con la inseguridad en la bici o el sufrimiento en la carrera a pie. Pero todas comparten algo: la transformación que ocurre en el proceso.
Y en Lanzarote, todo eso se potencia. Porque entrenar aquí, competir aquí, es hacerlo rodeado de una naturaleza que te empuja, te reta por su climatología y te inspira.

Una experiencia que no olvidarás nunca
El triatlón en Lanzarote no sería lo que es hoy sin Kenneth Gasquet, extriatleta afincado en la Isla que, enamorado de su belleza salvaje, trajo aquí el primer Ironman en 1992. Desde entonces, son varias las citas que conforman el calendario de competición para los y las amantes del triatlón.
Siguiendo el orden cronológico en el que se celebran, podemos hablar del Volcano Triathlon, con un enfoque clásico y distancia olímpica; el IRONMAN Lanzarote, que se alza como el más legendario dentro del circuito internacional; o el Ocean Lava Lanzarote Triathlon, de ambiente internacional y familiar con medio Ironman, olímpico y sprint.

Lanzarote, paraíso de los desafíos para triatletas
Así, con los paisajes únicos de Lanzarote como telón de fondo, sus aguas cristalinas, bici entre volcanes y carrera con vistas al mar, la pregunta es muy sencilla: ¿acaso existe mejor escenario para que vivas este maravilloso reto? La respuesta es no. Y las miles de personas que vienen cada año a practicar este deporte a la Isla también lo tienen claro.
Vibrar en un ambiente emocionante en cada punto del recorrido no tiene precio. Los aplausos y pancartas que te acompañan a lo largo del camino son los responsables de animarte y darte ese empujoncito necesario cuando empiezas a flaquear. Descubrir cada rincón de la Isla de una manera tan extraordinaria es un sueño. Es una sensación que pone la piel de gallina a cualquiera que se desplace hasta Lanzarote para practicar este deporte.

Hablamos de una sensación que no solo seguirá hasta el final de la prueba, sino que culminará en la meta. Es cruzar esta prometida línea de meta, y la acumulación de tensión a lo largo del día aflora en forma de alegría por haberlo conseguido, por los paisajes de postal que te acompañaron, y por el cariño que te brindó el público, tan clave en una prueba de larga distancia como esta. Es, simplemente, inexplicable. Hay que vivirlo.
La Isla Diferente, el escenario perfecto de preparación
Hayas hecho ya la inscripción o no a un triatlón en Lanzarote, la Isla está simplemente hecha para poder prepararte para tu próxima prueba en las mejores condiciones. ¡Nada más y nada menos! Esto es lo que te espera:
- Para nadar, tienes a tu disposición las numerosas playas de la costa este: Playa Grande y el resto de playas de Puerto del Carmen, Playa del Reducto en Arrecife, Playa de las Cucharas y otras de Costa Teguise, o Playa Dorada, en Playa Blanca, entre otras muchas.
Todas te ofrecen poco oleaje, pocas corrientes, y un agua cristalina con una temperatura que oscila entre los 18 y 22º todo el año, perfecto para nadar de enero a diciembre cómodamente. Una ruta circular o una ruta tipo travesía, de un punto de la costa al otro, son opciones maravillosas para entrenar y disfrutar de Lanzarote desde otra perspectiva.
Y si quieres completar tus entrenamientos con sesiones en piscina, nuestra Isla cuenta además con varias piscinas semiolímpicas y olímpicas, abiertas o cubiertas: ya no hay excusa, solo te queda elegir si hoy toca aguas abiertas o piscina, ponerte el gorro y… ¡a entrenar!
- Para salir en bici, Lanzarote cuenta con excelentes carreteras con prioridad para los ciclistas. Con menos tráfico de coches, son un entorno seguro para poder entrenar. Y las series no serán lo único que te dejarán sin aliento. ¡Espérate a ver las vistas que te esperan! Timanfaya, La Geria, o la mítica subida al Mirador del Río: subidas y bajadas con un desnivel acumulado que puede sorprender pero que, al final, te dejará enamorado de nuestra isla. Porque Lanzarote se vive de otro modo a dos ruedas.
- Para correr, lo tienes igual de fácil. ¿Te apetece un poco de asfalto con vistas al mar? ¡Lanzarote cuenta con el paseo marítimo más largo del mundo, 21km a tu disposición desde Puerto del Carmen hasta Costa Teguise! ¿Hoy te sientes más con ganas de pista? ¡Prueba una de las numerosas vistas de Trail entre viñas y volcanes que te ofrece la Isla, las opciones de distancias y desniveles son infinitas! La Geria, El Bosquecillo o el Risco de Famara son algunas de las que te regalarán unos paisajes que no encontrarás en ninguna otra parte de Europa.

Una Isla, miles de historias
Entrenar para un triatlón es un acto de amor propio. Exige compromiso, esfuerzo y constancia. Pero también te regala momentos de plenitud cuando terminas esa primera transición sin miedo, cuando subes una cuesta que antes parecía imposible, cuando ves la meta y sabes que has vencido tus límites.
En Lanzarote, cada zancada, cada pedalada y cada brazada cuentan una historia de superación personal. La tuya. Y la de todas las personas que, como tú, se atrevieron a comenzar este camino.
Y cuando cruces esa meta, rodeado de aplausos, de sonrisas, de amigos y familiares que gritan tu nombre… entenderás que Lanzarote no es solo un lugar para competir. Es un lugar para emocionarte. Para superarte. Y para recordar, siempre, que eres capaz de mucho más de lo que creías.


